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Autor: Andrade, Daniel Alberto
Fecha: 18-sep-2008


Doctrina:

Por
Daniel Alberto Andrade (*)

I. INTRODUCCIÓN

No es novedad que el sistema Multilateral de Comercio, atraviesa una situación compleja que impide a sus participantes alcanzar acuerdos satisfactorios. Desafíos en la negociación internacional, como la difícil convivencia entre el multilateralismo y el regionalismo, el avance de acuerdos preferenciales en Asia - Pacifico, las asimetrías en los acuerdos comerciales Norte-Sur y las negociaciones por la regulación de las inversiones, entre otros resultan problemas irresueltos.

La inserción de América Latina en la economía internacional y su débil participación en las cadenas de valor es preocupación generalizada. La región, sigue compitiendo a partir de ventajas comparativas estáticas, basadas en la disposición de recursos naturales o de mano de obra barata, pero se inserta débilmente en nuevas tendencias como la descentralización de actividades (1).

Para analizar los efectos de aquel diagnóstico resulta importante repasar el origen de la problemática que se procura analizar en el presente.

II. ANTECEDENTES

Desde 1948, el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) ha establecido las reglas del sistema. A lo largo de los años el GATT evolucionó como consecuencia de varias rondas de negociaciones. La última y más importante fue la Ronda Uruguay que se desarrolló entre 1986 y 1994 y dio lugar a la creación de la OMC el 01/01/1995.

1. La Ronda Uruguay

Duró siete años y medio, el doble del plazo previsto. Hacia el final participaban en ella 123 países y abarcó la casi totalidad del comercio. En septiembre de 1986 en Punta del Este (Uruguay) aceptaron finalmente un programa de negociación que abarcaba prácticamente todas la cuestiones de política comercial pendiente.Las negociaciones iban a hacer extensivo el sistema de comercio a varias esferas nuevas, principalmente el comercio de servicios y la propiedad intelectual, e iban a reformar el comercio en los sectores sensibles de los productos agropecuarios y los textiles.

En noviembre de 1992 los Estados Unidos y la UE resolvieron la mayoría de sus diferentes en materia de agricultura mediante un acuerdo denominado informalmente el "Acuerdo de Blahir House". En julio de 1993 la "Cuadrilateral" (los Estados Unidos, la UE, Japón y Canadá) anunciaron importantes progresos en las negociaciones sobre aranceles y cuestiones conexas ("acceso a lo mercados"). Hubo que llegar al 15 de diciembre de 1993 para que quedaran finalmente resueltas todas la cuestiones y concluidas las negociaciones sobre el acceso a los mercados de bienes y servicios (aunque los toques finales de dieron en las conversaciones sobre acceso a los mercados celebradas algunas semanas después). El 15 de abril de 1994 los Ministros de la mayoría de los 123 gobiernos participantes firmaron el Acuerdo en una reunión celebrada en Marrakech (Marruecos) que contenía ya compromisos de volver a celebrar negociaciones sobre la agricultura y los servicios al pasar al nuevo siglo. Esas negociaciones comenzaron a principios de 2000 y fueron incorporadas al Programa de Doha para el Desarrollo a finales de 2001.

2. La Ronda de Doha (Qatar)

La misma se encaminaba hacia una gran negociación emprendida para liberalizar el comercio mundial. Su objetivo apunta a completar un tema que había quedado pendiente de un gran ciclo anterior (Ronda de Uruguay): el comercio agrícola.

En esta etapa, los países en desarrollo tratan de obtener un acceso libre de obstáculos para sus producciones agrícolas en los mercados de los países centrales. Esto significa que las grandes potencias deberán eliminar o reducir, en forma significativa, la protección que dan a su agricultura por la vía de subsidios directos a los agricultores o de subsidios a las exportaciones.El Grupo de los 20 (G20) nació en Cancún como una necesidad de los países agrícolas de lograr la libertad comercial de bienes alimentarios. En Doha se estableció un tiempo límite para eliminar totalmente los subsidios a las exportaciones agrarias: esa fecha es el 2013. El colapso de las charlas se debe a un desacuerdo entre China, India y Estados Unidos sobre los subsidios agrícolas. El asunto más polémico en esa área fue un mecanismo de salvaguarda (MSE -Mecanismo de Salvaguarda Especial-) que buscaban Delhi y Pekín, pero al que se oponía Washington.

Aquellas tratativas, debían abocarse al tratamiento de los siguientes puntos, entre otros:

- En cuanto a la agricultura, el mandato de Doha establece el compromiso de "celebrar negociaciones globales encaminadas a lograr: mejoras sustanciales del acceso a los mercados; reducciones de todas las formas de subvenciones a la exportación, con miras a su remoción progresiva; y reducciones sustanciales de la ayuda interna causante de distorsión del comercio". Hasta el momento los negociadores no han logrado acordar un marco para negociar estos compromisos específicos.

- En las negociaciones sobre el denominado "acceso a los mercados para los productos no agrícolas" (un eufemismo para referirse a los productos industriales), el mandato pide a los Miembros reducir o eliminar los aranceles, incluida la reducción o eliminación de los picos arancelarios. Todavía no se ha acordado el marco básico que guiará y delineará la negociación de una fórmula de reducción arancelaria, así como tampoco ha habido grandes avances en lo atinente a un paquete no arancelario.

- En lo que se refiere a las normas de la OMC (sobre antidumping, subsidios y acuerdos regionales de comercio), el mandato de Doha conviene en celebrar negociaciones encaminadas a "aclarar y mejorar" las disciplinas ya previstas por la OMC, "preservando al mismo tiempo los conceptos y principios básicos y la eficacia de estos Acuerdos, y de sus instrumentos y objetivos" (2).

3. Las Salvaguardas

Son restricciones que se imponen cuando existen circunstancias especiales tales como una oleada en importaciones.Las provisiones pueden ser utilizadas si una industria doméstica se daña o se amenaza con lesión causada por una masividad de importaciones acompañadas por una caída del precio.

Según India era necesario el mecanismo MSE -Mecanismo de Salvaguardas Especiales- por el cual se elevarían los aranceles de forma inmediata en caso de que hubiera un ingreso impactante productos agrícolas.

China por su parte, había dicho que se quería proteger no abriendo su mercado a algunos productos sensibles como el arroz, el azúcar y el algodón.

Estados Unidos dijo que estas reivindicaciones eran injustas y acusó a China e India de "poner en peligro siete años de negociaciones" al tratar de buscar más concesiones después de haber llegado a un acuerdo previo. Además, agregó que esos países eran sobreprotectores con sus granjeros mientras que no hacen lo suficiente para abrir sus mercados.

El gobierno francés señaló que el acuerdo que se está negociando en Ginebra es inaceptable, ya que no muestra un progreso real en proteger los intereses de la industria europea frente a las economías emergentes.

El futuro de esta ronda depende de la posibilidad de que los países desarrollados puedan proteger a sectores industriales vulnerables de la competencia si las importaciones aumentan a niveles peligrosos.

El Presidente del Banco Mundial -Robert Zoellick- dijo que en el encuentro de julio de 2008, que fracasó por un desacuerdo en torno a cómo ayudar a los agricultores de los países pobres a hacer frente a una eventual avalancha de importaciones: Conforme se sienta el polvo del fracaso de las negociaciones de la OMC en Ginebra, algunas partes están reconociendo que había un buen paquete de resultados sobre la mesa. No rescatarlo sería un error para la economía mundial y perjudicial para los países en desarrollo.

Más allá de esa postura, estimo que la ardua tarea de consensuar intereses económicos y políticos de tanta envergadura, resulta una tarea harto dificultosa.

4.El Porcentaje Aceptado para la aplicación MSE

Los países en desarrollo aceptaron la propuesta de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de rebajar sus aranceles a cambio de la posibilidad de subirlos si había un aumento abrupto de las importaciones. Sin embargo, empezó un tira y afloja por el porcentaje a partir del cual podría decretarse un aumento.

Recientemente se acordó que, cuando las importaciones aumentaran en un 40%, los gobiernos podían levantar los aranceles con el Mecanismo de Salvaguardia Especial (MSE). India dice que el nivel del MSE tiene que ser del 10%, o de lo contrario sería condenar al hambre a cientos de sus agricultores.

El Doha redondo crearía un tercer tipo de salvaguarda, el mecanismo especial de la salvaguardia (SSM), pero solamente para los países en vías de desarrollo. No podría ser utilizado si otra salvaguardia fue utilizada en el producto como por ejemplo el SSG.

El punto de la contención utilizaba el SSM para aumentar tarifas, aquí es donde la filosofía básica incorporó la discusión. Algunos países opusieron tarifas más arriba que las comisiones actuales como cuestión de no ir detrás en la liberalización. El uso del SSM no tiene que ser accionado por fluctuaciones normales en precio o la extensión comercial normal y no ser limitada al período de la liberalización.

Otros países insistieron que estén admitidos ayudar a granjeros pobres y vulnerables con el SSM.

Las negociaciones de Doha a través de sus siete años, tuvo varias etapas. Primero era el acceso del mercado para los países de exportación. Mucho del tiempo en las negociaciones estuvo pasado en cómo formar programas, no al acceso del mercado de la elasticidad. El nivel de la tarifa corta adentro las cuatro gradas para los países desarrollados y cuánto lo hacen menos los países en vías de desarrollo tomó los primeros cuatro años de las negociaciones.En los tres siguientes se evaluaron cuántos países con productos sensibles deben permitir cortes más bajos en las tarifa.

La otra edición era si las negociaciones de Doha eran parte de una agenda más grande a moverse hacia l a liberalización comercial o apenas una manera de entender el manejo del comercio para el futuro próximo.

Los mismos países en vías de desarrollo que ayudaron a terminar las negociaciones son los que tienen una clase media cada vez mayor que busca un acceso y alimento más barato y millones de gente pobre que necesite una oportunidad de participar en comercio internacional para mejorar sus condiciones económicas.

III. EL PROTECCIONISMO EN LOS PAÍSES DESARROLLADOS

Viene a cuento hacer un repaso a lo acaecido tiempo atrás. Gran publicidad adquirió el caso que ganó Brasil (con apoyo de Argentina), en la Organización Mundial de Comercio (OMC) por los subsidios al algodón aplicados por Estados Unidos (La Nación del 21/05/05).

El laudo representó una seria y dura advertencia para las políticas proteccionistas de los países desarrollados.

De esta manera, la OMC estableció límites cada vez más precisos a las enormes ayudas económicas, que la Unión Europea, Japón y los EE.UU. destinan para solventar su producción agropecuaria (se estiman en U$S 300.000 millones anuales).

Este control está a cargo del Órgano de Solución de Controversias de la OMC, donde se dirimen las disputas comerciales entre países.

La condena de la OMC a EE.UU.por los subsidios al algodón puede servir de antecedente para cuestionar las prácticas utilizadas por los países más desarrollados.

Tal como se sostuvo anteriormente, los subsidios son objeto de recurrentes cuestionamientos y condena por parte de los países en desarrollo debido a los efectos nocivos que producen sobre sus exportaciones agrícolas, sobre todo las de commodities, que perjudican y dificultan el progreso impostergable de sus economías nacionales.

Esta temática fue abordada por el Órgano de Solución de Controversias de la OMC, a instancias de Brasil, quien encendió la luz roja a los subsidios que aplica Estados Unidos a los productos agrícolas.

1. El Caso "Brasil"

A fines de 2002, Brasil, partiendo de una sólida asociación entre su sector público y privado, puso en marcha el mecanismo de Solución de Controversias de la OMC a fin de "demandar" que se declaren ilegales los subsidios aplicados por Estados unidos a su algodón, argumentando que los precios mundiales sufrían las consecuencias y como lógica derivación los agricultores recibían menos ingresos que si tales contribuciones no existieran.

Las exportaciones de EE.UU., con la aplicación de subsidios ilícitos, según las reglas de la OMC, perjudicaban ilegítimamente las exportaciones de algodón a Brasil.

El tribunal internacional confirió a Brasil la razón en la abrumadora mayoría de los planteos. Se logró demostrar que gran parte del andamiaje de subsidios al algodón aplicados por EE.UU. violaba las reglas del comercio acordadas con anterioridad.

1.b.Los Fundamentos

Los motivos por los cuales se consideró a estos subsidios como indebidos, son los siguientes:

En principio, el tribunal sostuvo que para que un país subsidie legalmente a sus productores agrícolas no es suficiente con que gaste igual o menos dinero del que la OMC le permite.

Es menester además, que los subsidios vinculados a un producto agrícola no ocasionen perjuicio grave a los intereses de los otros países miembros de la OMC en el comercio del producto en cuestión.

Así en el caso en análisis, el daño se produjo porque los subsidios al algodón de EE.UU. influyeron negativamente y de forma "significativa" sobre los precios mundiales de ese producto. En consecuencia, los exportadores de Brasil recibieron menores ingresos que los que hubiesen recibido si EE.UU. no ayudaba a sus agricultores.

Se analizó además, técnicamente lo que se conoce como subsidios de "caja verde".

En este caso, EE.UU. pretendía que ciertos subsidios (denominados pagos por contratos de producción flexible y pagos directos) fuesen de este tipo, es decir, sin sujeción a límite alguno por no afectar al comercio, debido a que no inducirían al agricultor a cultivar un producto determinado.

El "Panel" le dijo a EE.UU. que esos subsidios influyen en los cultivos que produce y, en consecuencia, no son de "caja verde".

Por último se señaló que EE.UU. incumplió con su obligación de reducir los subsidios a la exportación a través del uso de instrumentos con efectos equivalentes. En este caso, se trató de las "famosas" garantías de créditos a la exportación otorgadas por el Estado en condiciones "no comerciales", esto es, en condiciones en que ningún operador comercial (un banco privado) se las podría ofrecer.

Resumiendo: Estados Unidos, que se había obligado a eliminar sus subsidios a la exportación de algodón hacía trampa para lograr mayores exportaciones.

1.c.Trascendencia del Fallo

Lo resuelto tuvo consecuencias y gravitación extraterritorial.

En primer lugar, afectó directamente la política de subsidios al algodón de los Estados Unidos (segundo exportador mundial), que debió ser modificada para ajustarse a este fallo, garantizando que sus programas no perjudiquen gravemente a los otros productores y exportadores de algodón.

En segundo lugar, repercutió indirectamente sobre los subsidios agrícolas aplicados para este y otros productos por los países de la OMC, puesto que ahora están más claras las reglas vigentes, suprimiéndose varias ambigüedades de interpretación que permiten mayor discrecionalidad para aplicar subsidios.

En síntesis, se sentaron bases más sólidas para futuras controversias de subsidios que infrinjan las reglas actuales. Ante esta amenaza, es previsible que los países que subsidian sean más cautos a la hora de ayudar a sus agricultores. Aquí subyace uno de los principales beneficios de este pronunciamiento.

En tercer lugar, influyó en las negociaciones comerciales en curso en la OMC. Fundamentalmente, los grupos como el G-20 y el Grupo Coirns, de los que participa la Argentina, que bregan por la eliminación de los subsidios conocen ahora de mejor manera qué es lo que tienen, según las reglas de juego actuales, y por lo tanto, no deberán hacer concesiones para conseguir algo que ya les pertenece.

En definitiva, se estará en mejor posición para reducir el proteccionismo agrícola en el nivel multilateral, cuestión que repercutirá en el bienestar del sector agrícola argentino (3).

IV. ARGENTINA - BRASIL

1. El 2 % que Separa al Mercosur

Los países latinoamericanos no son ajenos al descontento al que se hizo referencia al comienzo. En la propuesta de Doha se incluyó un recorte promedio de 54% a los aranceles de la mitad de los productos industriales que importan los países en desarrollo.A pesar que Brasil admitió el trato "a fin de salvar la Ronda", Argentina dijo que era inaceptable.

Según explicó la enviada de la BBC a Ginebra, Marcia Bizzotto, los diplomáticos argentinos luchaban para que se pueda proteger por lo menos el 16% de los productos más sensibles del impacto de una reducción de aranceles, mientras que el gobierno brasileño aceptó que la protección fuera sólo del 14%.

Este desacuerdo ocasionó tensión entre los socios del Mercosur, aunque el Canciller brasileño, Celso Amorim, intentó limar asperezas y señaló a la prensa que ellos harán "todo lo que sea necesario para ayudar" a la posición argentina.

De todos modos, la Ronda de Doha no podría ser implementada si uno de los países está en desacuerdo. Según las reglas de la OMC, los 153 países tienen que aprobar la propuesta por consenso y es por eso lo difícil de las negociaciones.

Conviene destacar en este marco la eventual y posible violación de Brasil al preámbulo del tratado: "la coordinación de las políticas macroeconómicas y la complementación de los diferentes sectores de la economía, con base en los principios de gradualidad, flexibilidad y equilibrio".

A los artículos: 1 "...la adopción de una política comercial común con relación a terceros Estados o agrupaciones de Estados y la coordinación de posiciones en foros económico-comerciales regionales e internacionales", "la coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Estados Partes: de comercio exterior, agrícola, industrial, fiscal, monetaria, cambiaria y de capitales, de servicios, aduanera, de transportes y comunicaciones y otras que se acuerden, a fin de asegurar condiciones adecuadas de competencia entre los Estados Partes". Y al artículo 4: "En las relaciones con terceros países, los Estados Partes asegurarán condiciones equitativas de comercio. A tal efecto, aplicarán sus legislaciones nacionales para inhibir importaciones cuyos precios estén influenciados por subsidios, dumping o cualquier otra práctica desleal.Paralelamente, los Estados Partes coordinarán sus respectivas políticas nacionales, con el objeto de elaborar normas comunes sobre competencia comercial".

Si bien la Argentina puede ser responsable por no adoptar las políticas internas necesarias para reforzar los principios del mismo Mercosur, violando también al tratado, no se puede alegar la existencia del no cumplimiento de un Estado justificándose en el incumplimiento de otro estado miembro.

2. Una Sola Posición

En medio las diferencias surgidas durante la última reunión de Ginebra, la señal de alerta se concretó en el enorme rojo en el intercambio comercial con Brasil y la preocupación de los industriales argentinos que ven cómo sus productos pierden competitividad ante los del país vecino.

Los dos países votaron separados en las cruciales reuniones para la liberalización comercial de Julio del corriente año. El Canciller brasileño, Celso Amorim, ofuscado por las críticas al acuerdo de liberalización de los intercambios comerciales internacionales que el había promocionado, lamentó que el Mercosur no lograra hablar "con una sola voz" y argumentó que la posición brasileña "no podía quedar de rehén" de la Argentina, que resulta "una paradoja" que el Mercosur mantuviera una posición unida en las negociaciones del ALCA (Área de Libre Comercio de las América, abandonada hace años) y con la Unión Europea también paralizadas, mientras que "en la OMC no lo conseguimos (4).

El Canciller Jorge Taiana y el Secretario de Comercio Internacional, Alfredo Chiaradía, justificaron el voto argentino en que la postura brasileña se acercaba más a la de los países desarrollados. Era un abismo respecto de la posición argentina."Si más que una integración que contemple las asimetrías que existen, lo que busca Brasil son mercados, no hay alianza posible". Esa preocupación se magnificó, cuando Brasilia autorizó líneas de créditos por casi U$S 2000 millones para contrarrestar la pérdida de competitividad de las empresas brasileñas por la depreciación del tipo de cambio, mientras que en Argentina se debatían las "Retenciones Móviles".

Es vital contemplar las distintas etapas de desarrollo en las que se encuentran las industrias argentinas y brasileña. Si va a haber una integración, hay que seguir el ejemplo de la Unión Europea, en la que los más poderosos financiaron la reconversión de los más débiles.

3. El Empresariado Brasilero

Sabido es que el sector privado de aquella Nación tiene trascendencia e importancia fundamental en temas institucionales como el que nos ocupa.

Así y a través de su actual presidente Paulo Skaf, la Federación Industrial de San Pablo sugirió que los industriales argentinos deberían ser "un poco" menos proteccionistas.

En un reportaje que demuestra inequívocamente el pensamiento que analizamos y antes diversas preguntas el entrevistado respondió:

"—¿Piensa que el Mercosur debe desandar al camino de negociar en forma conjunta con terceros países? ¿O los empresarios de Brasil prefieren hacerlos por su propia cuenta?

"—Consideramos que es preciso estar afinados con la realidad mundial. No podemos pensar en un proteccionismo irreal. Hay que ser audaces y tener voluntad de abrir mercados para nuestras producciones. Pero también ser conscientes de que, para eso, es necesario que haya negociaciones internacionales exitosas. Desde ese punto de vista, los empresarios argentinos tienden a ser, a nuestro juicio, excesivamente proteccionistas. No creemos que eso sea saludable: vivimos en un mundo en que no podemos aislarnos. Pero hay que tomar todas las precauciones: no podemos permitir que haya dumping.Si estamos convencidos de la necesidad de una política que dé oportunidades para nuestra agricultura, industria y servicios, como contrapartida de una apertura equilibrada responsable y soportable.

"—La ronda de Doha no prosperó. ¿Qué hay que hacer ahora?

"—No debemos perder más tiempo con Doha. Tenemos que buscar acuerdos bilaterales.

"—¿Cuáles serían las prioridades?

"—Las prioridades deben ser los países en desarrollo, sin eludir acuerdos bilaterales también con Estados Unidos y la Unión Europea. Creemos que deben hacerse a través del Mercosur. Pero si la Argentina no tiene interés, pensamos que Brasil deberá buscar sus propios acuerdos individuales, por ejemplo con Perú y México."

Una tendencia clara al proteccionismo tiende a preservar la industria y fortalecerla, esto que es absolutamente legítimo implica necesariamente evitar exageraciones. No todas las importaciones son predatorias. Y por otro lado, hay competencias que son saludables.

Los ejemplos actuales de los países de Europa del Centro y del Este, son más que significativos.

V. EL MERCOSUR

Queda claro que Brasil y Argentina ratificaron sus posiciones, bien diferentes en las negociaciones de Doha. Brasil, cercano a Europa y Estados Unidos, se mostró partidario de ser más flexibles a la hora de bajar los aranceles a los productos industriales en el marco de las negociaciones de la OMC para liberalizar más el comercio internacional. Argentina, con la India, China y Venezuela se mostró más proteccionista en dicho sector y continúa poniendo como condición para abrir sus industrias al hecho de que los países ricos bajen aún más sus aranceles agrícolas.

Hay quienes proponen que se flexibilice el Mercosur.Es decir, que se revise la decisión tomada en el 2000 de negociar en forma conjunta acuerdos de libre comercio con terceros países.

¿No sería apropiado dar más libertad a cada socio?

A pesar de que en Brasil se sostenga que no se quiere flexibilizar el Mercosur, los últimos acontecimientos parecerían demostrar lo contrario.

Por lo demás, la ausencia de un requisito fundamental cual es la "Personería Internacional Objetiva" (6) priva al bloque de actuar en conjunto, lo que torna mucho más difícil cualquier negociación.

A mi criterio es la principal traba para lograr consolidar el mercado común.

La posición de Brasil en la reunión celebrada entre los Ministros de Comercio de los principales interesados en las negociaciones llevadas a cabo entre el 21 y el 29 de Julio pasado, no fue el producto de una política consensuada en el seno del Mercosur. Más allá de las naturales divergencias, en esta instancia las diferencias se hicieron más manifiestas -no hubo más remedio que sacarlas a la superficie-, en la medida en que se estuvo al borde de un acuerdo sobre las modalidades de negociación en Agricultura y Bienes No Agrícolas.Como sucedió en anteriores oportunidades -la más cercana de las cuales fue la negociación Mercosur-Unión Europea-, afloraron posturas diferentes de los Estados Partes, que no son sino el reflejo fiel de la falta de consenso interno sobre el propio destino del Mercosur.

A juzgar por algunas declaraciones conocidas en los últimos días, el debate interno acerca de la posibilidad/conveniencia, o no, de liberar parcialmente a los miembros, para negociar con terceros países, o bloques comerciales, al margen de la política comercial común - el caso más evidente se vincula con el planteo de Uruguay, que retomaría ahora con mayor fuerza-, tendería a intensificarse, e incluso podría transformarse en un punto de inflexión en la marcha del proceso de integración (7).

A raíz de tal situación Ignacio Lula da Silva, sostuvo que es muy importante que Brasil y Argentina no se miren como competidores, sino como socios. Argentina tiene que mirar a Brasil como un mercado de 190 millones de habitantes. El acuerdo lanzado oficialmente y que utiliza reales y pesos en el intercambio comercial bilateral dejando de lado el dólar, demuestra los avances entre ambos países.

Más adelante agregó, que Argentina está en un proceso de reindustrialización y en función de esa realidad, Brasil tiene conciencia del papel que juega en la Ronda de Doha y de cómo combinar eso con la cooperación con Argentina para su recuperación industrial. No hubo diferencias conceptuales explícitas cuando se negociaba la mayor apertura del mercado para bienes industriales. En algunos momentos se tiene que tomar en cuenta la situación del Estado Nacional. No se deben ver tales situaciones como conflictos, sino situaciones de diferencias; diferencias económicas y de potencial industrial.Cuando Brasil estuvo dispuesto en la Ronda de Doha a realizar un acuerdo para agricultura y productos industriales, es porque el país estaba dispuesto a realizar, en el ámbito del Mercosur, las compensaciones que exigiera Argentina para no tener problemas.

En un ambiente de negociación llega una hora en que se acepta o rechaza la propuesta, no hay términos intermedios. Ocurre que Brasil trabajó todo el tiempo teniendo en cuanta que Doha debería tener un instrumento: favorecer a los más pobres del mundo, que dependen casi exclusivamente de la agricultura y con un mercado europeo prácticamente cerrado para ellos.

El Presidente del Brasil, enfatizó que la contrapartida de ellos, era flexibilizar los productos industriales en un acuerdo a 10 años, y que daba el tiempo suficiente para, en el ámbito de la relación Brasil-Argentina, hacer las compensaciones que fueran necesarias para no poner obstáculos a nuestra industrialización (8).

Así, mientras Brasil desde hace tiempo se prepara competitivamente para desafíos mayores y a largo plazo, los otros miembros del mercado común deambulan por una zona que no resulta auspiciosa, lo que obviamente pone en dudas la marcha normal del bloque y de esta forma resulta muy difícil ser optimista en cuanto al futuro inmediato del grupo.

1. Brasil en Foco

Brasil se consolidó en los últimos años como la décima economía del mundo con un PBI que bordea los U$S 1,5 billones, cinco veces el tamaño de la economía argentina. Pero el cambio en el escenario internacional por el retroceso de los precios internacionales y la construcción del crédito y una moneda que se fue apreciando "demais", comenzaron a encender luces amarillas que, seguramente, tendrán su impacto en la relación con la Argentina. "Estamos al lado de Japón, España y Corea cuando se trata de indicadores económicos", afirmó semanas atrás el presidente del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), Eduardo Pereira Nunes, cuando difundió las cifras de crecimiento. Pero rápidamente agrego:" Y nos asemejamos a países como Malawi, Zimbabwe y Zambia en términos de indicadores sociales, con gran concentración de la renta".

Las reservas Internacionales del Banco Central pasaron de los casi U$S 50.000 millones en 2003 a sobrepasar los U$S 200.000 millones. Al superávit comercial se agregó la revalorización del real que provocó una masiva entrada de capitales para aprovecha los rendimientos reales positivos que ofrecía el mercado brasileño, a la vez que hizo atractiva la inversión extranjera.

También hubo un boom de inversiones extranjeras atraídas por el contorno político "aperturistas" del gobierno del presidente Lula da Silva, la existencia de recursos naturales inexplorados e inexplotados y la expectativa de buenas utilidades en moneda dura.

2. Impacto en la Argentina

En los primeros siete meses de 2008, la Argentina acumula un déficit comercial con Brasil de U$S 3.175 millones. Y esto a pesar de que el tipo de cambio real bilateral sigue favoreciendo a la Argentina y es el más alto desde la devaluación de 2001. Y si ahora el real comienza a depreciase se estima que este desbalance comercial podría agrandarse. Este rojo con Bra sil se debe a que el aumento de la actividad económica argentina lleva a una fuerte suba de las compras en el exterior, debido a la dependencia local de la importación de bienes industriales. El 80% de las exportaciones brasileñas hacia la Argentina son bienes de capital, materias primas industriales y autos. Y, a pesar de tener un a moneda más competitiva, el intercambio favorece a Brasil, porque el vecino país produce -y en gran escala- muchos de los productos que exporta la Argentina. En cambio, Brasil se autoabastece, y hasta aporta, muchos bienes que la Argentina necesita. Así las cosas, el crecimiento de la Argentina genera compras de Brasil pero en menor medida que las importaciones a las que debe recurrir el vecino país cuando su actividad doméstica está en alza.

3. El Bloque BRIC

La sigla representa a los cuatro mayores países emergentes:Brasil, Rusia, India y China. Goldman Sachs popularizó el término en un informe de 2003 que sugería que esas cuatro economías podrían superar en el futuro a las de muchos países de Occidente como las más importantes del mundo. Para 2050, pronosticó, sólo EE.UU y Japón tendrían economías más grandes que cualquiera de los países del bloque BRIC.

Las empresas de inversión empezaron recientemente a ofrecer fondos BRIC (compuestos por acciones de empresas de estos cuatro países) a inversionistas en Europa, Asia y Estados Unidos.

El interés por los activos BRIC resalta la nueva manía por los mercados emergentes y la manera desproporcionada en la que los países con mayores poblaciones atraen la atención de los inversionistas.

El historial de los fondos BRIC es corto. Los mercados en los que se centran los BRIC son volátiles, con una reputación más negativa que positiva en la protección de los derechos de accionistas. En Rusia y China, por ejemplo, los gestores de fondos dicen que sólo una pequeña fracción de las empresas que cotizan en bolsa son atractivas para los inversionistas extranjeros. Otros observan que un crecimiento económico rápido no es lo mismo que un mercado financiero con altos retornos. La economía de China, por ejemplo, se ha expandido a un ritmo anual de entre 7 y 10% en la última década, mientras que el rendimiento de sus bolsas se ha mantenido prácticamente estancado en el mismo lapso.

Con tales avances, el fenómeno brasilero será muy difícil de emparejar la marcha en los próximos años. Esto traerá diferencias y asimetrías en el ámbito del Mercosur, puesto que no se puede pedir a Brasil que no continúe con su expansión, sino que los demás miembros deberán hacer ingentes esfuerzos para evitar quedar relegados.

VI. CONSIDERACIONES FINALES

A manera de colofón y para culminar rescato y reseño los comentario de Andrés Oppeheimer en su obra:"Cuentos Chinos", quien señala que de un estudio realizado por el Consejo Nacional de Inteligencia (CNI), el departamento de Estudio a largo plazo de la CIA, sobre cómo será el mundo en el año 2020 refleja algunas situaciones que no se pueden ignorar. El informe fue publicado en el año 2005 y era el resultado de una ambiciosa investigación para lo cual se habían contratado expertos independientes del mundo Académico Empresarial y político. La investigación que duró poco más de un año, produjo el documento titulado "Mapa del futuro global". Y América Latina, literalmente hablando, prácticamente no aparecía en ese mapa.

Una de las principales conclusiones del estudio es que el auge económico de China e India hará cambiar fundamentalmente la marca de la globalización. Para el año 2020, el centro de gravedad de la economía global se moverá varios grados hacia Asia, porque los mercados occidentales ya estarán maduros, y las nuevas oportunidades de negocios estarán en el Lejano Oriente e India. En los próximos años, la clase media china se habrá duplicado, y alcanzará el 40 por ciento de la población de ese país, lo que constituirá un mercado de 500 millones de personas. Y, por la ley de la oferta y la demanda, las grandes compañías multinacionales se adaptarán cada vez más al gigantesco mercado de consumidores asiáticos, lo que cambiará no sólo el perfil de su cultura empresarial, sino también el diseño y el gusto de sus productos, afirma el estudio.

El nuevo contexto mundial, el estudio del CNI pinta América Latina como una región marginal, en la que quizá sólo Brasil llegue a destacarse, aunque no lo suficiente como para actuar como una locotomotora que pueda impulsar el desarrollo de sus vecinos. "Brasil, Indonesia, Rusia y Sudáfrica se están encaminando hacia un crecimiento económico, aunque es improbable que lleguen a ejercer la misma influencia política que China o India.Sin duda, su crecimiento económico beneficiará a sus vecinos, pero es difícil que se conviertan en motores de progreso en sus regiones, un elementos crucial del creciente poder político y económico de Beijing y Nueva Delhi (9).

La Argentina está mejor que antes. Pero, en el mundo globalizado no se puede comparar consigo misma, sino que tiene que hacerlo con los demás porque de otra manera tendrá menos inversión, menos competitividad, menos exportaciones y más pobreza. Si la Argentina no aprovecha los vientos favorables para lograr promover la Educación, la Ciencia y la Tecnología y todo lo que le permita insertarse en la economía de mercado, para vender productos más sofisticados, su futuro es incierto.

(1) BOUZAS, Roberto - KOSACOFF, Bernardo - LÓPEZ, Andrés, "Después de Doha": La agenda emergente del comercio internacional", Roberto Bouzas Editor, Mariscal Pons, Madrid, 2007, pág 430.

(2)
ANDRADE, Daniel Alberto, "La Solución de Diferencias en la Organización Mundial del Comercio", Editora BICA CEML, Santo Tomé (Santa Fe), Octubre 2005, pág. 16 y ss.

(3)
ANDRADE, Daniel Alberto, ob. cit., pág. 42 y ss.

(4) Diario Perfil del 02/08/2008, Secc. Economía, pág. 19.

(5) Diario Clarín 31/08/2008, Nota de Tapa -iEco- pág. 8.

(6) STAHRINGER - MONSANTO - SESELOVSKY, "Integración y Cooperación Atlántico Pacifico", Cátedra Internacional Andrés Bello, Volumen II, UNR Editora, Rosario, 2004, pág. 324.

(7) RUA BOERO, Rodolfo, "Fracaso de la Ronda de Doha?", Periódico Económico Tributario, 08/09/2008, La Ley, pág. 10.

(8) Diario Clarín del 07/09/2008 -Zona- pág. 30.

(9) OPPEHEIMER, Andrés, "Cuentos Chinos", Editorial Sudamericana, Noviembre 2006, pág. 135 y ss.

(*) Abogado. Coordinador Comisión OMC. Federación Argentina Colegios Abogados. Postgrado en "Globalización, Negociaciones y Comercio Agrario Internacional", Fac. de Derecho UNNE.

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